After (2019)
Yo no creo en eso de “la naturaleza del hombre es ser infiel o coquetear con muchas”, yo creo que si ese hombre de verdad te quiere, no tendría ojos para nadie más.
Pensando
No te pido que renuncies a todo por mi, lo que te pido es que me incluyas en tu todo.
@carta-de-desamor
Aries: Lava. Los cráneos de sus enemigos. El fuego que no daña tu piel. La sangre de una nariz rota.
Tauro: El olor del desayuno de una mañana suave. La brisa de otoño. La pizza recalentada del día anterior. Audífonos.
Géminis: Lluvia de colores. Un par de medias iguales pero diferente color. Globos. Música para un mal día.
Cáncer: Sabanas. Un café con leche en la mañana. El suéter especial para estar solo. El inicio feliz de un libro triste.
Leo: Las lagrimas de sus ex-amantes. Una arena de oro. La corona del rey al que mataron para obtenerla. Una manzana de oro.
Virgo: El cloro que deja manchas. El perfume de una cita. La elegancia de un día frío. El aullar de los lobos.
Libra: Brillantina. Anuncios de neón. Una fiesta que se lleva al cuarto. Las luces colgantes.
Escopio: Café. Labios rotos y mordidos. Los tatuajes de la Luna. El humo del cigarrillo.
Sagitario: Un mochilero al paso. Los corazones dibujados de un cuaderno viejo y olvidado. Una salida en grupo. Una comida a medias.
Capricornio: Las paginas dobladas y amarillentas de un buen libro. CDs. Antigüedades. Un globo terráqueo.
Acuario: Globos de nieve. Los borrones de una hoja. Los cuernos de la Luna. La aurolea de la Luna.
Piscis: Vodka. La pecera de un pez negro. El oleaje calmo. Las flores que flotan en el mar.
-Jenn♈️
“El amor es lo único que impide que el ser humano sea completamente un monstruo.”
— Recovecos de mi alma
Me hacen feliz las cosas tan simples pero hermosas, como la luna, las estrellas o tu sonrisa.
@cocaina-rosa
“Quiero dormir a tu lado y hacerte las compras y cargarte las bolsas y decirte cuánto me gusta estar contigo pero me siguen obligando a hacer estupideces (…) Y quiero jugar al escondite y regalarte mi ropa y decirte cuánto me gustan tus zapatos y sentarme en el borde de la bañera mientras te bañas y hacerte masajes en el cuello y darte besos en los pies y llevarte de la mano e irme contigo a cenar y que no me importe que comas de mi plato y encontrarme contigo en el Rudy’s y hablar del día y teclear tus cartas y llevar tus cajas y reírme de tus paranoias y regalarte discos que nunca escucharás y ver películas buenísimas y ver películas malas y quejarme del programa de radio y hacerte fotos mientras duermes y levantarme para prepararte café con tostadas y panecitos y salir contigo a tomar un café al Florent en medio de la noche y dejar que me robes los cigarrillos y que nunca tengas fuego y contarte lo que vi en la tele la otra noche y acompañarte al oculista y no reírme de tus chistes y desearte por la mañana pero dejarte dormir un poco más y mientras darte besos en la espalda y acariciar tu piel y decirte cuánto me gusta tu pelo tus ojos tus labios tu cuello tu pecho tu culo y sentarme a fumar en la escalera hasta que vuelva tu vecina y sentarme a fumar en la escalera hasta que vuelvas y preocuparme cuando te atrases y asombrarme cuando te adelantas y regalarte girasoles e ir a tu fiesta y bailar hasta quedar negro y estar triste cuando me equivoque y feliz cuando me perdones y mirar tus fotos y desear haberte conocido desde siempre y sentir tu voz en mis oídos y sentir tu piel contra mi piel y tener mucho miedo cuando te enojes y se te ponga un ojo negro y otro azul y tu pelo hacia la izquierda y una cara de oriental y decirte estás preciosa y abrazarte cuando estés ansiosa y abrazarte más cuando sufras y desearte sólo con olerte y abusarme al tocarte y gemir cuando esté a tu lado y gemir cuando no esté a tu lado y babear sobre tu pecho y envolverte toda la noche y sentir frío cuando me quites la manta y sentir calor cuando no lo hagas y derretirme cuando sonrías y desintegrarme cuando rías y no entender y preguntarte por qué crees que te estoy rechazando cuando no te estoy rechazando y preguntarme cómo puedes pensar que yo sería capaz de rechazarte a ti y preguntarme quién eres pero aceptarte igual y contarte acerca del ángel del niño del bosque encantado que voló sobre el océano porque te amaba y escribirte poemas y preguntarme por qué no me crees y tener un sentimiento tan profundo que no encuentra palabras y querer compartirte un gatito y sentir celos de él cuando reciba más atención que yo y retenerte en la cama cuando te tengas que ir y llorar como un bebé cuando finalmente te vayas y vaciar los ceniceros y comprarte regalos que no quieras y llevármelos otra vez y pedirte que te cases conmigo y que tú me digas que no otra vez pero siempre fue en serio desde la primera vez y deambular por toda la ciudad pensando que sin ti está vacía y querer todo lo que quieres y pensar que me estoy perdiendo a mí mismo y saber que contigo estoy a salvo y contarte de mí mismo lo peor e intentar darte lo mejor porque tú lo mereces y contestar tus preguntas cuando prefiera no hacerlo y decirte la verdad cuando en realidad no quiera e intentar ser honesto porque sé que tú lo prefieres y pensar que todo se acabó pero aferrarme allí durante diez minutos más hasta que me eches de tu vida y te olvides de quién soy e intentar acercarme a ti porque es hermoso aprender a conocerte y el esfuerzo vale la pena y hablarte mal en alemán y peor en hebreo y hacer el amor contigo a las tres de la madrugada y de alguna de alguna manera comunicarte ese amor abrumador arrasador incondicional omnipresente y sempiterno que enriquece el corazón y libera la mente ese amor eterno y presente que siento por ti.”
— Fragmento de Crave, por Sarah Kane.