El gran comedor permaneció en calma, cuando la directora anunció al ganador de la copa de este bloque todos se alzaron e aplausos y felicitaciones, los Slytherin quienes eran más reservados permanecieron apacibles en sus asientos alentando solo un poco con algunas palmas, Reggan sabía que no había podido hacerlo todo por que llegó a mitad del bloque, se perdió muchas clases y actividades, pero este bloque las recompensaría con mucho. La cena continuo con normalidad, bueno, dentro de lo que cabía decir “normal” en Hogwarts, la decoración de Halloween era perfecta, aun para el peculiar tono rosa de las calabazas de la mesa de las serpientes, los fantasmas volaban por la habitación, no había tenido oportunidad de charlar con el Barón Sanguinario o con cualquiera de los espíritus que ahí habitaban. Al menos con la mayoría… una estruendosa e irritante voz resonó por el lugar, todos alzaron la mirada y escudriñaron el lugar en busca del portador, una horrible criatura se materializo siendo el responsable de caras de miedo, sorpresa y enojo –por parte de algunos profesores- Él por su parte lo miraba inexpresivo, continuaba con su racha de cambió de humor, todos murmuraban mientras la criatura seguía lanzando constantes insultos, en especial contra la directora que furiosa intento atacarlo pero desapareció a través de la pared ¿Qué era eso? No importaba, al menos no por ahora por que antes de irse les dejo un pequeño obsequio, una broma de Halloween, bombas apestosas, era sumamente desagradable, la conmoción en el comedor fue inmediata, todos salieron de sus asientos intentando cubrir su olfato del terrible aroma, al menos no permaneció demasiado, el postre llegó pronto, todos se notaban impacientes por regresar a sus habitaciones a ponerse el disfraz para el baile, él solo quería ver a Ely.
“Era tan extraño, no tenía sentido, pero nada en su vida lo tendría, a partir de hoy. “
||Privado|| Flashback || El día en que perdí lo único que me mantenía cuerdo || #NaturalMGC #TagAnimalesFantásticos #TagMágico ||
Día 2: Basilisco.
En mi familia, nunca había nacido una mujer. Esa fue una tradición que nos precedió desde hacía trescientos años, desde las primeras generaciones hasta las actuales. Por ello, hace dieciséis años, cuando Catherine, mi hermana menor, nació, todo se volvió un completo lío para nuestra familia.
Un hijo, un heredero, el primogénito legítimo y nada más. Los matrimonios eran arreglados entre familias de nuestra clase, buenas esposas, fieles a la causa. Todo eso cambió cuando llegó mi madre; Lilith Lioncourt. Si bien los Lioncourt eran una familia de magos tenebrosos, ella era distinta en muchas maneras, ella no predicaba la magia tenebrosa, era una bruja que adoraba la magia de la naturaleza, aquel poder antiguo que siempre había gobernado nuestro mundo.
Una bruja natural de su tipo, adoraba la belleza legitima de las cosas, ella me enseño todo lo que se sobre arte, música, tocaba el piano, el chelo y el violín de una manera tan brillante y hermosa, ella fue mi musa por mucho tiempo, incluso antes de saber que significaba aquella palabra, fue la persona a quien más cercano eh sido prácticamente toda mi vida. Solo ha habido dos personas así, ella y mi hermana, Catherine. Mi padre se la pasaba viajando, eran raras las veces que estaba en casa y esos días solo pasaba el día dándome lecciones sobre magia, nunca tuvimos una relación fuera de las practicas, y aquello sucedía con mi madre, se la pasaba trabajando, por ello la noticia de mi hermana nos tomo a todos por sorpresa, yo estaba feliz, pero era el único, comenzaron a haber sospechas que fueron comprobadas mucho después, fue la época en que mi padre comenzó a pasar más tiempo en casa, solo para repartir golpes e insultos contra ella, era terrible tener que ver a la mujer que era mi heroína volverse una persona sumisa y retraída, algo completamente distinto a su naturaleza, pero comenzó a temer por su vida, era comprensible. Lo que me mantuvo al margen durante todo ese tiempo para no intervenir, vamos, era un niño de ocho años, poco había que pudiera hacer entre esos dos, pero había alguien a quien podía ayudar, mi hermana menor, que sufría, por la falta de nuestra madre que se pasaba los días enteros encerrada en su habitación y porque mi padre la despreciaba enormemente, la ignoraba completamente y dejo de preocuparse por ella, era aterrador. Se volvió mucho más estricto y severo conmigo. Unas semanas después de que los azotes comenzaron nos dieron la noticia de que mi madre estaba muerta. Nos hicieron caminar tras el ataúd, un paramo solitario y nevado mientras nuestros parientes más despreciables y cercanos, sin ninguna clase de dolor o tristeza solo se deshacían de un problema, me tomo mucho tiempo comprender que había sucedido, pero aquella frase que ella me dijo solo unos días antes se quedo conmigo para siempre: Si algo me pasa, tu padre es el responsable.
No paso mucho para que él también fuera asesinado, antes de morir me confesó que él no había sido responsable. Yo nunca le creí, creo que si aun viviera yo mismo lo mataría con mis propias manos. Todo resulto ser un caos, al parecer Lilith lo estuvo engañando desde poco después de que se casarán, un par de años para ser exactos, con alguien que no era de nuestra estirpe, un mestizo, el peor insulto para nuestra familia y la de ella, pero eso no era lo peor, se creía que Catherine había sido el resultado de esa unión prohibida, por lo que la niña comenzó a ser aborrecida por todos, y ella lo sabía, lo sentía, creía que nunca debió de haber nacido, Ree, sin saberlo la protegía de todo y todos, muchas veces trataron de matarlos, y todas las evitó cuando quedaron a cargo de su tío, hermano de su abuela. Personas despreciables que constantemente los asediaban. Se tomó una decisión, al no poder deshacerse del “problema” al menos lo alejarían.
-¡REE! ¡NO DEJES QUE ME LLEVEN!- El niño de pie junto a la escalera contemplaba la escena que se desarrollaba frente a sus ojos, Catherine tiraba con fuerza de la mano de una de las sirvientas, pataleaba y gritaba en medio del llanto, intentando soltarse de su agarre, una pequeña maleta reposaba a su alrededor, hacía poco acababan de celebrar su cumpleaños número once, solos en su habitación, entre risas y canciones, solo se tenían el uno al otro y ahora se la estaban llevando, sin saber a dónde. Ella no tenía miedo de a donde pudieran llevarla, temía por que la estaban alejando de la única persona que había sido buena con ella en toda su vida, de su hermano. Pero Reggan no se movió, ni siquiera dijo algo para despedirse.
Hacía solo unos minutos antes su tío se acerco a él, le planteo una idea, una remota idea de lo que la estancia de su hermana en aquella casa significaba y significaría a largo plazo. Él no pensaba en sí mismo, si no en lo que sería mejor para la pequeña Cate, quien aun estaba a tiempo para vivir una vida lejos de este lugar, alejada del desprecio, de la indiferencia y el dolor, él se quedaría, siendo el heredero legitimo si intentaba escapar ella también moriría, renunció a quien era su razón de mantenerse firme ante las adversidades, la única persona que lo entendía, quizás la única a quien llegaría a amar de aquella manera en su vida, su hermana, su mejor amiga.
La nieve se colaba por la puerta principal que permanecía abierta mientras la sacaban por la fuerza. Siempre viví en Transilvania, el castillo Vlad había sido maldito con un invierno perpetuo y nunca antes en mi vida había tenido tanto frío como ese día.
Los ojos del menor se llenaron de lagrimas, pero permaneció inmóvil, con la mirada fija en los ojos azules llenos de miedo que ya no estaban, la puerta se cerró de golpe dejando un silencio absoluto en la estancia, las lagrimas caían pero no se movió, estaba petrificado, hasta el anochecer que regresó a su habitación en la que duró una semana encerrado, sin comer, sin hacer nada más que pensar en que todo aquello había sido lo mejor para Catherine, aunque lo odiará después nunca podría perdonarse a sí mismo que siguiera sufriendo en aquel lugar lo que ahora él tomaría como un estilo de vida. Ese día perdí todo lo que me volvía humano, lo que mantenía aquella parte de mi alma que no era tan mala, dándole paso a mi verdadera naturaleza, mi verdadera y terrible realidad.
#SlytherinRoyalty ||Privado|| Practica de serpientes: Compulsum, DCAO || 16/11/2016 ||
¿Qué sentido tenía la vida? Si ahora mismo muriera a nadie le importaría, bueno, si, a demasiada gente pero aun así ¿eso aliviaría su dolor? Se discutía todo aquello mientras Luana daba sus instrucciones sobre el hechizo que practicarían hoy.
Reggan solo estaba odiando al mundo hasta que se menciono la práctica. Alzo la mirada de golpe, por cómo se sentía ahora mismo, si le decían que matará a alguien, lo haría sin dudarlo y hasta con sus propias manos, pero sería algo más apto para todos, algo que si se hacía bien y con la intensión podía lastimar a alguien ¿Pero quién sería la victima? Sus ojos pasearon por los alrededores encontrándose con Ely, eso hizo que se le revolviera el estomago y le doliera el pecho, suspiro desviando la mirada hasta el otro lado del campo donde varios chicos se veían unos a otros como idiotas intentando encontrar pareja, eran tan infantiles.
Suspiro y se acerco a la primera chica que vio sola, tenía cara de tonta, pero al menos eran de la misma casa aunque nunca la había visto, debía ser nueva, perfecto, así aprendería una valiosa lección desde el primer día, que Hogwarts no era un lugar tan seguro como se decía y… que nadie debería subestimar a un oponente aunque se tratase de una práctica escolar, aunque ella no le hubiera hecho nada.
-Hey…tu- ni siquiera tenía ánimos de ser educado o formal- Soy Reggan Stoker, trabajarás conmigo, así que… muévete.- Dijo dándole la espalda para avanzar hacia el centro del campo, sabía que lo seguiría, no estaba en posición de discutir o negarse, la amenaza de que quien no consiguiera pareja se enfrentaría a Lu era suficiente como para hacerla trabajar con él.
Una carrera en el aire con el objetivo de derribar a tu compañero, sonaba sencillo tomando en cuenta que era bueno con la escoba y tenía una excelente puntería, pero ¿Y ella? Quizás podría sorprenderlo, no se dio cuenta de que se había quedado mirándola.
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Estaba alistándose para subir a su escoba, se coloco sus guantes de cuero negros para no dañarse las uñas, estaba cansado de que desde su llegada sus manos habían pasado por demasiados maltratos que lo obligaban a hacerse manicuras más y más constantes. La ropa no era la apropiada pero lo haría igual de bien que siempre, en especial por ser un combate, su especialidad eran los ataques. De un momento a otro, la chica con la que haría pareja para la actividad vino hacía él reprochándole sus palabras, él la miro de arriba hacía abajo y se burlo con una de sus encantadoras sonrisas: -Querida, creo que tú no tienes idea de con quién estás hablando, yo le hablo como quiera a quien quiera y es Stoker niña tonta, si tuvieras cerebro sabrías que debes guardarle respeto a ese apellido y aun más… agradece que estamos en la escuela, porque si no, no seguirías viva por venir a decirme que no tengo educación, yo soy un millón de veces más educado y refinado que todos en esta escuela juntos.- Uh si, ella lo hizo enojar, lo peor no era que pudiera ser peligroso o amenazante, si no que su complejo de superioridad lo volvía odioso y arrogante- Sígueme el paso… si es que puedes.- Dijo inclinándose suavemente hacía el frente, elevándose sin problemas- Llevemos esto a alturas interesantes ¿o tienes miedo?- exclamó yendo más de un par de metros sobre el suelo.- Cuando guste “señorita”-
“Hasta el más valiente de entre nosotros se teme a sí mismo”
Yo siempre eh sido directo a la hora de decir las cosas, también me caracterizo por siempre enaltecerme en mis historias, al momento de contar mis experiencias, siempre siendo un héroe o en mi caso el villano principal. Aquel que sin temor o culpa puede cometer los actos más cuestionables y salirse con la suya o no tener consciencias que no sean gratas o geniales. Pues este no es el caso, ya que la pócima de la desesperación fue un conjunto de todas esas cosas que no cuento de mi, por que quiera admitirlo o no aun tengo un lado humano que me condena constantemente, que no me permite ser completamente inmune a los sentimientos que nos caracterizan. Y precisamente eso fue lo que me hizo reflexionar esta practica, las experiencias que me llevaron a ser la persona que soy ahora. El tiempo en que yo era un niño inocente, con sueños, esperanzas y propósitos que se encaminaban a la plenitud emocional y espiritual, a vivir una vida, si bien no ideal pero una que me llenaría casi por completo. Fui educado para seguir las normas y tradiciones de una familia conservadora de clase alta, una familia de magos de una linea pura de sangre, y me parecía genial, siempre eh admirado sus ideales y lo que hacían, propósitos como los nuestros siempre han sido cuestionados por su moralidad pero causan el mismo impacto hasta en el más abnegado. No era que fuera conformista, solo me gusto la vida que fue elegida para mi.
¿Cuando fue que eso cambió? Beber de la desesperación me recordó ese momento.
Nadie creería que alguien como yo ah hecho todo lo que yo eh hecho, es algo que me lleva a detestar aun más a las personas. Que te juzgan por lo superficial y no se atreven a ver mas allá de una apariencia de joven refinado e inocente, no se si para bien o mal siempre supe como aprovechar esa estúpida fijación por las apariencias. Siempre tan sensible y carismático. ¿El corazón de un poeta en tiempos modernos? No, un poeta tiene sentimientos, yo utilizo la poesía para intentar demostrar que los tengo. Primero que nada debo aclarar que no esperaba que la pócima me llevara de vuelta hasta mi niñez, creí que me llevaría a la primera vez que maté a alguien por placer, o a cuando cada una de mis venganzas egoístas y personales se materializaron sin importarme cuantas familias o vidas destroce en el proceso, esos actos crueles y sin sentido de la humanidad que cumplen con su propósito de serlo, por ello cuando estuve ahí fue uno de esos momentos que conllevan a una mayor reflexión. El decir ¿Por que esto es más fuerte o significativo que lo otro? Por que el hecho de ver a mi padre golpeando a mi madre por primera vez fue más relevante en mi vida que el hecho de torturar a tantos mestizos por el hecho de no ser puros, sin siquiera importar sus vidas, si eran personas buenas o no. He aprendido a amar los secretos. Parecen ser lo único capaz de prestarle cierto misterio o fantasía a la vida moderna. Lo más banal resulta delicioso con sólo esconderlo. Y para mi se volvió como un credo, nunca oculte el apellido de mi familia, pues ya tiene una reputación formada pero tampoco hable o conté algo más de lo que todos sabían, para mantenerme como algo peligroso pero atrayente. Todos esos actos ruines tienen un encanto prohibido si no son revelados.Hoy en día, la gente tiene miedo de sí misma. Han olvidado su principal deber, el deber que uno tiene consigo mismo. Naturalmente, son caritativos. Dan de comer al hambriento y de vestir al mendigo. Pero privan de alimento a su propia alma y están desnudos. Se pierden a si mismos por llevar acabo una serie de actos que le dan una paz falsa a sus consciencias. Creyéndose capaces de juzgar de inmorales aquellos actos que nunca se atrevieron a realizar por temor a lo mismo, a ser juzgados: La única forma de librarse de una tentación es ceder ante ella. De resistirse, el alma enfermará anhelando aquellas cosas que se ha prohibido, deseando lo que sus monstruosas leyes han convertido en terrible e ilícito. Los grandes acontecimientos del mundo tienen lugar en la mente. Y es también en la mente, sólo en la mente, donde se cometen los grandes pecados. Yo decidí llevar a cabo todas esas ideas y me condené a vivir en un abismo de depravación. El pecado es el único elemento de color que le queda a la vida moderna. Debe estarse preguntando por que le eh contado todo esto, haciendo de este un ensayo demasiado largo solo para dar una explicación sobre los efectos de una pócima, bueno, yo me veo obligado a decir que dicho brebaje me puso a pensar en todo esto, y fue una experiencia aterradora, increíble y devastadora, me recordó el por que me volví como me volví, me recordó que todos los monstruos también son humanos, y que detrás de lo exquisito de este mundo siempre se oculta una tragedia. Los fantasmas de mi pasado regresaron, tan vivos y reales que volví a ser el temeroso niño de ocho años que se vio obligado a crecer sin sus padres en una jerarquía en la que sus superiores lo usaron de peón hasta que se revelo para ser el próximo rey. Hay venenos tan sutiles que para conocer sus propiedades es preciso enfermar por su causa. Hay males tan extraños que es necesario pasar por ellos para comprender su naturaleza. Y sin embargo, ¡qué gran recompensa se recibe a cambio! ¡Qué maravilloso lugar se vuelve el mundo! Conocer la extraña y dura lógica de la pasión y la rica vida emocional del intelecto, observar dónde coinciden y se separan, cuándo están en armonía y cuándo en discordia... ¡Es una delicia! ¿Qué importa cuál sea el precio? Nunca se paga un precio lo bastante alto a cambio de una sensación. Y por eso estoy agradecido, fue difícil, pero muchas de las cosas que valen la pena en la vida lo son, son duras, te desgarran el alma quedándose con una pequeña parte de ti pero lo valen. Nada nunca me hizo sentir tan vivo como la desesperación a flor de piel, sentimientos auténticos producto de una poción creada para la magia tenebrosa, para dañar y producir dolor, fascinante en verdad.
“Nuestro futuro será igual a nuestro pasado, y el pecado que un día cometimos con pesadumbre de nuevo lo cometeremos muchas otras veces, y con alegría”
||Reggan B. Stoker || Slytherin ||
Se había quedado mirando el tazón de avena por algunos minutos hasta alzar su mirada encontrándose con Elysian que desvió la mirada rápidamente, una sonrisa apareció en los labios del mayor quien meditaba sobre el rechazo por parte de la joven Ravenclaw durante los últimos días. ¿Cómo es que era vulnerable a sus encantos? Lo hacía dudar de sus habilidades en el cortejo pero más que eso, de su personalidad y de su belleza. La miraba con intensidad, entre confusión y deseo, ella estaba prohibida para él pero aun no descifraba a que grado, ella le regresó un par de miradas pero se mantenía distante, pensativa ¿Qué no le había dicho aun? Porque no lo dejaba adentrarse en su mente, en su corazón, en su alma…- Ella poco a poco lo iba sumiendo en la locura, en la obsesión. Su mirada no titubeo ni por un instante hasta que la joven repentinamente se puso de pie irrumpiendo sus pensamientos ¿Iba a retirarse? ¿Debería seguirla? Quizás en verdad lo aborrecía y no era más que un estorbo para ella, la amaba tanto que si ella se lo pedía la dejaría en paz… Lo que nunca espero fue lo que pasó a continuación. Ella subió sobre la mesa de los cuervos y repentinamente comenzó a cantar y bailar como toda una rebelde en contra del sistema, era como si el hermoso ángel demostrara todo lo que había estado callando por mucho tiempo de una manera tan viva e hilarante que lo hizo contener la respiración la mayor parte del tiempo mientras su cuerpo se expresaba con libertad y belleza. Algo que lo tomo por sorpresa de la mejor manera posible, claro que no todas las reacciones fueron iguales, había descontento por parte de la mayoría de los presentes, incluidos los profesores, otros más la animaban o reían pero en él solo conseguía hacer que su corazón latiera desbocadamente mientras escuchaba atento sus palabras que lograba comprender a medias porque estaba cantando en Español. Para cuando termino de pronto el silencio incomodo invadió la enorme sala que a esta hora estaba llena de personas, Reggan no aparto sus ojos de la menor que se quedo quieta sin saber qué hacer, así que sin pensarlo demasiado se puso de pie caminando hasta ella, la tomo con delicadeza por la muñeca haciéndola bajar de la mesa para mantenerla a su lado, tomo su mano haciéndole saber que todo iba a estar bien, que no tuviera pena y antes de que ella reaccionará de manera escandalosa porque él comprendía que el contacto físico la perturbaba, dijo: -Les ofrezco una disculpa en nombre de aquellos que no supieron apreciar esta muestra de belleza y libertad por parte de la señorita Lutz, muchos deberían sentir la música y dejarse llevar tal como ella lo hizo, un acto verdaderamente admirable. Si nos disculpan…- Sin decir más se adelanto aun con la joven de la mano y salió de ahí tomándose su tiempo para que ella no sintiera que la estaba forzando, una vez en el corredor la soltó y se giró para mirarla: -¿Se encuentra bien?
||Privado|| ¡Transformada, enamorada, alguien completamente fabulosa! ||
Había pasado un día desde su repentina transformación, y ser mujer se estaba convirtiendo en algo completamente genial, era una experiencia de lo más enriquecedora, descubrió muchas cosas sobre su nuevo cuerpo que siendo hombre ignoraba y se hizo mucho mas consciente de lo delicadas y sensibles que eran las chicas, por otro lado su don se agudizó mucho más y tuvo visiones mucho más claras, era impresionante.
En el pasado siempre había sido alguien sumamente cuidadoso y detallista en especial con su físico y ahora que era chica tenía la excusa perfecta para serlo aún más, y es que, era preciosa, se parecía a su hermana y a su madre, pensaba que si Jade se vería así en el futuro debía protegerla a sol y a sombra de los posibles y seguros pretendientes que tendría, como hombre siempre se pareció más a la familia de su padre, pero ahora que era rubia de ojos azules, alta, esbelta y carismática se sentía mucho mejor, era el cambio perfecto en el momento perfecto ignorando el susto inicial. Se sentía entusiasmada, como si se hubiera conectado con la parte femenina de su ser, aunque no podía dejar de pensar en Maddi poco a poco se despertaba mucho más su interés por los chicos del castillo, eran lindos, y se le quedaban mirando al paso por lo revelador de su “traje de baño”.
No le importaban las miradas, por el contrario, siempre le gusto llamar la atención, y ahora, mientras andaba semidesnuda por los corredores se sentía más libre que nunca. Su destino, el lago le aguardaba, el agua estaba helada, pero resultaba refrescante y deliciosa para alguien que estaba acostumbrado al frió invernal de Rumania. Nadar lo hacía sentir tan relajado que se olvido por completo de sus problemas y preocupaciones y pudo pensar con claridad, había besado a Elysian que estaba transformada en chico, y había sido fascinante, como si hubiera algo muy especial entre ambos pero sabía que debía alejarse de ella, aunque ahora que nadie le reconocía era perfecto que pudieran volver a verse, es lo que más deseaba, pero por sobre todo eso necesitaba al menos poder charlar con Maddie sobre sus sentimientos, quizás confesándolo podría aliviar un poco la carga de su alma.
Iría a buscarla, pensaba mientras se preparaba para salir del agua, ahí fue cuando la miro y no pudo evitar que su corazón se acelerara, con una amplia sonrisa la llamó emocionada:
-Hey! Hola!-con expresivos gestos de su mano le indico que se acercará – Maddie!- ahí estaba, era momento de hacer todo lo posible por que se quedarán juntas, podía aprovechar el hecho de que ahora no era “Reggan” si no… Lilith.
|| Parte 1 || Privado || Respuestas de media noche || Media noche || 1/10/2016 || Bosque Prohibido ||
Poco a poco el humo del cigarrillo se disperso mientras las pequeñas gotas de agua comenzaban a caer, era solo cuestión de tiempo para que una copiosa tormenta callera sobre Hogwarts y Reggan estaba demasiado expuesto pero le encantaba, disfrutar de una noche fría y nublada como esta, le recordaba a casa y últimamente era el lugar en el que deseaba estar. Refugiarse en su propio mundo de perdición y no volver a salir, desaparecer en la más profunda obscuridad. El por qué se sentía así aun era confuso, en parte fue por que conoció el amor verdadero y este se encargo de pisar sus sentimientos de una manera cruel y despiadada, y vaya si él sabía de crueldad. Estaba en un lugar desconocido, rodeado de personas desconocidas, todas con costumbres diferentes a las del lugar en que él fue criado y con mentalidades sumamente complejas o simples dependiendo de quién se tratará, se sentía abrumado por la cantidad de personas a su alrededor y aun mas por la cantidad de información a la que constantemente estaba expuesto, como si el monstruo que era la sociedad actual lo tuviera acorralado, sin una salida clara. Esto era lo que debía hacer, enfrentar el hecho de socializar y convivir con personas de su edad y por decir algo de su “estatus” en cuestión de ser un estudiante, intentar integrarse, hacer amigos de manera tradicional. No era sencillo y no esperaba que lo fuera, lo enfrentó con la frente en alto como la mayoría de situaciones en su vida pero sinceramente ahora prefería las masacres y atrocidades en lugar de tener que sonreír hipócritamente a personas que no eran interesantes y aun más, a personas que se ganaron su devoción y apreció y ni siquiera lo notaban.
Suspiro pesadamente mientras vislumbraba la obscuridad a su alrededor acompañada de un silencio casi sepulcral, era aterrador pero para él era relajante, y extrañaba no poder fumar libremente como en casa, normas estudiantiles, no parecían más que basura hecha para hacer que personas completamente distintas se comportaran de una manera “adecuada” ¿Qué era adecuado en realidad? Todos habían sido educados de maneras distintas, era retrograda suponer que clase de comportamiento era el establecido a seguir, era una tontería, pero como debía cumplir el protocolo con tal de ver a su hermana lo más pronto posible se arriesgaría, y siempre podía escaparse en ciertos momentos para disfrutar de pequeños momentos como este. El silenció se vio abruptamente irrumpido por una ráfaga de viento y un ruido que causo un leve estruendo entre las ramas de los arboles que de entre sus ramas torcidas dejaron escapar el sonido de los apresurados aleteos de decenas de cuervos que se precipitaron al cielo nocturno iluminado por una inmensa luna que brillaba con mas intensidad que nunca, al menos para alguien que constantemente la había apreciado a través de ventanales cubiertos de nieve, solo una vez la vio con tal esplendor, una noche llena de sangre y un frío invernal que casi los mata. Pero esos eran recuerdos para otra noche, su melodiosa y seductora voz resonaron suavemente atrayendo la mirada del joven que de pie en medio del claro lo contemplo con admiración, respeto y la vez familiaridad.
-Criaturas fascinantes ¿No crees?
-Señor…- una elegante reverencia y Reggan puso los ojos en blando- La escuela le sienta de maravilla a mi parecer, luce esplendido esta noche.
-Ahorrémonos los cumplidos ¿Cómo va todo en el castillo?
El chico que solo le llevaría algunos años de más a su joven amo asintió- Todo ah seguido una rutina normal a excepción de las constantes reuniones de su tío con los miembros del consejo hablando sobre herencias, testamentos, contratos, etc. Incluso planes para destituirlo como heredero…-
-Lo típico- irrumpió el más joven concentrándose en el humo mientras sus pensamientos divagaban en la información que no era particularmente nueva.-
-Y…- Esa única letra, lanzada al aire con un propósito lo hizo fijar la mirada en los ojos de Sherlock.-
-¿Y?- su voz se volvió amenazante y calculadora, cuando el contrario lo percibió se enderezo y hablo sin pensarlo más.-
-Su tío recibió la visita de un joven foráneo que no conocemos y no parece tener relación con nadie en la mansión o en la orden. Un completo desconocido, y lo impresionante fueron las medidas de seguridad que se tomo a la hora de hablar con él, no pudimos averiguar nada sobre lo que charlaron o que asuntos trataron, las escoltas y los guardias custodiaron la habitación que tenía hechizos de protección de todo tipo, demasiado meticuloso para tratarse solo de la hora del té en el salón principal. Me disculpo porque nuestros esfuerzos no fueron los suficientes para averiguar que planeaban.
-Déjalo, las disculpas no me dirán de que se trataba- estaba molesto pero más que eso, pensativo sobre la nueva información preguntándose si aquello estaría ligado a la visión que tuvo sobre Catherine los días anteriores- Puede tratarse de un nuevo miembro de la orden pero en todo caso me habrían notificado y al resto de los concejales, debe ser algún trabajo personal que solo él necesita saber.-
-Señor… Si se tratara de un asesinato… dirigido hacía usted-
-No lo creo, no sería idiota como para mandar solo a un “chico” subestimarme jamás ah sido su estilo, sabe la clase de mago que soy y sospecha la clase de aliados que tengo, si se atreviera a tocarme un solo cabello se enfrentaría a algo peor que la muerte, es por eso que me mando aquí.-
-Tiene razón, nada relacionado con la orden o con usted, eliminar amenazas directas a sus propósitos podría ser el motivo, no contamos con el apoyo de todas las familias de magos élite en el país, podría tratarse de eso-
-Sigue siendo muy arriesgado, puede que ese joven sea extraordinario y ni aun así pasaría las primeras filas de peones en el tablero de familias como la nuestra. Quiero que revises las bóvedas en Gringotts , la mía, la de Catherine, la de mis padres, enviaré una nota que recibirás solamente tu, en caso de que alguien más la vea se incinerará automáticamente así que asegúrate de recibirla, irá en clave revelando la verdadera nota a los duendes en Gringotts, autorizándote para que hagas lo que te eh pedido. El bosque norte, justo donde la nieve deja de caer y comienza el prado de la muerte donde nadie se atreve a ir, ahí esperarás a Amelia a la media noche, toma todas las precauciones necesarias, ninguna está de más, una vez en el banco cuenta todo, en especial los galeones, los únicos que tenemos acceso a esas bóvedas somos mi tío, mi hermana y yo, Catherine nunca ah estado en alguna de ellas, yo no eh retirado nada, veamos que movimientos ah hecho el conde Vlad, soy quien conoce las cantidades exactas. ¿Qué hicieron después de hablar?
-El joven ah permanecido en casa desde entonces, lo monitoreamos constantemente pero parece estar esperando igual que nosotros-
-Quiero una fotografía, solo eso necesito y que me notifiques en cuanto salga de ahí, a donde se dirige, que hace, quiero que lo vigilen y lo sigan a donde sea…-
-Así será mi señor…-
-Y… ¿Como están Victoria, Diana y Elizabeth?- dijo con una voz mucho más relajada, pasando de ser un comandante en jefe a un joven aristócrata de sentimientos melancólicos y recuerdos que cada vez se volvían mas lejanos-
-Las señoritas han estado impacientes, lo extrañan demasiado y pasan los días tal como usted lo ordeno-
-Ya veo, dales mis saludos y… que te lo agradezcan de mi parte, eres quizás la única persona en quien puedo decir que confío un poco, piensa en ello y medita mientras te relajas en su compañía esta noche, Gringotts abre hasta mañana temprano así que, diviértete.
-Gracias Reggan- Susurro el mayor aun sin acostumbrarse a llamarlo así, aunque le dio la opción de hacerlo desde hace mucho.-
-Y… trata bien a mis chicas, ellas me darán cualquier queja sobre ti, y te haré pagar- una sonrisa en sus labios le indicó que podía irse, ya habían terminado con la charla—
-Le aseguro que así será, pronto recibirá toda la información pertinente, la traeré en persona-
-No, eso es arriesgado, salir tanto del castillo levantaría sospechas, envía una lechuza, una nueva que nadie identifique. Ten cuidado-
-Sí, cuanto antes, esto es para usted…-extendió un bulto de cartas sujetas con listón-
-La señorita Catherine ah estado escribiéndole, aun no sabe que usted esta en Londres, por eso no le habían llegado-
-Me encargaré de eso-
-Las guardó en su saco
-Y…- saco una pequeña urna de cristal cubierta por una manta de terciopelo rojo, al ser removida la cristalina superficie reflejo la pálida silueta de la luna.
-Son perfectas…-
-Solo las mas hermosas…- susurro el joven haciendo otra reverencia antes de desaparecer en la obscuridad que lo vio surgir hace menos de treinta minutos atrás. Dentro del contenedor una decena de mariposas revoloteaban agitadas como presintiendo que una inesperada muerte les aguardaba próximamente, una de ellas, una con bellísimos reflejos plateados en las alas de un turquesa intenso le hizo pensar en Elysian, tal vez era hora de escribirle una carta, una que seguramente no podría ignorar.
||Privado|| Sala común Slytherin || 2:00 am. || 20/09/2016 || Charlas de media noche con los demonios: Los recuerdos pueden ser tan imprevistos. || #MGCActividad #MGCMusicPlay
La navaja se deslizo suavemente sobre su muñeca, dejando a su paso un ligero corte del que la sangre brotaba, contrastando con su pálida piel que permanecía insensible, preguntándose si debía cortar más profundo para poder sentir un poco de dolor, lo hizo hasta sentir un cosquilleo suave, era interesante como después de todo lo vivido su piel había perdido la sensibilidad por las sensaciones desagradables, pero en cambio, las caricias, los besos, los suaves roses de la piel contraria le resultaban agobiantes, estremecedores y sumamente placenteros.
Las suaves llamas de la chimenea iluminaban una parte de la amplia habitación que en su mayoría permanecía sumida en las sombras dando el ambiente perfecto para las horas de meditación que Reggan llevaba sentado sobre uno de los sofás de piel de la Sala común de las serpientes.
First Song: Nine Inch Nails: Every day is exactly the samehttps://www.youtube.com/watch?v=-i_jpgZN39s
♫I believe I can see the future Cause I repeat the same routine I think I used to have a purpose But then again That might have been a dream I think I used to have a voice Now I never make a sound I just do what I've been told I really don't want them to come around Every day is exactly the same Every day is exactly the same There is no love here and there is no pain Every day is exactly the same I can feel their eyes are watching In case I lose myself again Sometimes I think I'm happy here Sometimes, yet I still pretend I can't remember how this got started But I can tell you exactly how it will end ♪ I'm writing on a little piece of paper I'm hoping someday you might find Well I'll hide it behind something They won't look behind I'm still inside here A little bit comes bleeding through I wish this could have been any other way But I just don't know, I don't know what else I can do♪
Era impresionante lo que podía llegar a hacer por sus propios meritos, nunca se había acostumbrado a hacer las cosas por sí mismo, sus sirvientes, sus acompañantes, sus amigos y amantes temporales lo hacían todo por él. Pero esta tarde que paso en Hogsmeade pudo descubrir una pequeña parte del mundo del que estuvo apartado por tanto tiempo. Había comprado algo que seguramente sería su mayor confidente durante su estancia en este lugar. El tocadiscos tocaba una de sus canciones favoritas y una que a la vez le traía recuerdos de sus días aburridos en casa cuando solía ser un “chico bueno” donde asistía a las reuniones sociales en Rumania, fiestas exclusivas, desayunos, comidas y cenas en las mejores mansiones, con las mejores familias, en los mejores bailes, siempre hablando de política y sociedad, siempre siendo alagado, amado y venerado por todos, siempre lo mismo. Tan aburrido, tan vano… Oh, como llego a odiar la vida en esos días, sin Catherine en casa solo podía charlar con los libros, expresarse con la música y sus diarios.
¿Cuándo es que todo eso cambio? Cuando la orden decidió aceptarlo. Cuando comenzó a liberar toda esa represión con sus víctimas, cuando toco el cielo cometiendo los actos y crímenes más reprochables y perversos. La canción terminó y comenzó otra, vaya que le gustaba ese disco. La música en vinil sonaba tan autentica que se relajo notoriamente llevando el whisky a sus labios a la par que recitaba la letra de la canción sumiendo sus recuerdos en la obscuridad.
Second Song: Nine Inch Nails – Closer: https://www.youtube.com/watch?v=A4nhl9j-Fsc
Castillo Vlad, 2014: El aroma de la sangre invadía todo el lugar, los cuerpos parecían danzar con suaves movimientos, desde el vestíbulo hasta la habitación principal en el ala este. La nieve caía lentamente afuera, pero dentro, el calor se apoderaba de todo. La a sangre aun brotaba de las heridas de cinco cuerpos inertes tirados sobre el suelo, mientras los otros tres se desbocaban sobre las sabanas ensangrentadas en un acto de deseo y perversión pura.
Definitivamente uno de los mejores encuentros durante una de sus fiestas privada que había tenido, las chicas eran preciosas, le alegraba haberlas dejado vivas y verlas en varias ocasiones después.
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Una canción que develaba todos los pecados que había cometido y por que lo había hecho, para darle un motivo a su vida, un propósito en lo que era mejor, hacer sufrir a los demás. Y al mismo tiempo pensaba en Elysian¿Qué opinaría ella de todo eso? No tenía ni una semana de que se había apartado de ese ritmo de vida tan poco común y no estaba seguro de poder mantenerse alejado, aunque la constante de orgías en su mansión habían terminado por volverse una nueva rutina que comenzaba a aburrirle, su nuevo interés era esa joven, pero nada le garantizaba que ella comprendería y al mismo tiempo que aceptaría que tuvo un pasado tormentoso, todo era una cadena de eventos que comenzó a formarse desde el instante en que respiro por primera vez, y con Ely no quería tener secretos, no podría ocultarle la verdad de lo que era aunque terminará odiándolo, ella sería por el resto de su vida la única mujer a la que llego a amar de esa manera. Aunque no sabría como tomar su rechazo definitivo, quizás esta fuera en conjunto, una de las pocas veces en su vida que haya considerado terminar con su vida. Encendió un cigarrillo, el humo se esparció por la habitación mientras una tras otra las canciones develaban nuevos recuerdos.
Llevándolo al pasado, y de pronto al futuro, sus visiones tan nítidas, tan reales, le atemorizaban cada vez mas, se levanto de golpe dejando caer el vaso al suelo que se hizo trisas al estrellarse con la fría superficie:
-Catherine...!-
Plantas, nunca había sido fan de ello, en casa no tenían jardines, solo un inmenso bosque que rodeaba todo el castillo condenado a un invierno perpetuo, literalmente, las únicas veces que podía apreciar un clima diferente era cuando su tio lo mandaba a hacer algún trabajo fuera o en sus reuniones en Rumania. Le gustaba, estaba acostumbrado al frio, por eso aun no se acostumbraba al clima de Londres. La clase de herbología sonaba interesante ya que no solo eran “plantas” comunes y corrientes, tendrían cualidades muy distintas a eso. De la misma manera, en casa había un invernadero pero no tenía permitido entrar ya que las plantas que ahí se cultivaban eran “letales” para la protección del lugar, había tantas locuras puestas para que fuera seguro que la verdadera amenaza se encontraba dentro del castillo. Como fuera, llego con tiempo perfecto al invernadero donde la clase con la profesora… Camila- repitió leyéndolo directo del trozo de pergamino que llevaba a mano, gracias a los datos que los cuadros le dieron. Solo para encontrar un anuncio –a los que ya se había acostumbrado entre tareas, profesores que no daban sus clases y ahora, profesores que cambiaban la clase de lugar, era una locura- Se apresuro por que ahora estaba retrasado y eso no era elegante ¡! ¿En cuál de los jardines? ¡!
Por lo menos para cuando los encontró aun no daba comienzo, el resto de los asistentes llegaron de la misma manera, corriendo y apresurados.
Sentados en el pasto Reggan intentaba encontrar una posición en la cual sentirse cómodo y alejado en lo más posible de los demás hasta que notó que cierta jovencita estaba ahí. Ely, se acerco a ella quedándose tranquilo a su lado con una amplia sonrisa de pronto cambiando todo el panorama, hasta el entusiasmo de la profesora le pareció encantador y se preguntaba si la niña a su lado sería su hija, era muy joven, que trágico.
Su vista paseaba por el jardín y luego se posaba en su ángel y luego nuevamente buscando plantas mágicas “No letales” imaginaba él, aunque herbología no era su fuerte dejo pasar la respuesta ya que el resto de los alumnos respondieron inmediatamente. Se preguntaba ¿Qué clase de practica llevarían a cabo?
En realidad esperaba una reacción completamente distinta a la que tuvo cuando se le acerco, esperaba que lo rechazara, pero no fue así. La mano sobre su pecho era cálida,, contrastando con su piel, era reconfortante. La miraba con admiración, aun a pesar de todo lo cometido ella era tan noble al concederle la oportunidad de poder estar juntos de nuevo. No se la merecía, definitivamente. Su otra mano se deslizo por su mejilla acariciándola con ternura al escuchar el breve poema que recito con su melodiosa voz, que le dolía y al mismo tiempo lo hacía emocionarse.
Luego vino aquel abrazo que lo hizo desarmarse, la rodeo por la cintura sintiendo el calor de su piel.- Te amo…- susurro quedando fascinado por su sutil amenaza, en caso de que volviera a comportarse como un idiota.- Ely… nunca fue mi intención dejarte y nunca lo haré, eres todo para mí y yo solo quiero estar contigo y hacerte muy feliz.
Estaba a punto de besarla cuando esta se desplomo sobre la cama, la observo y se horrorizo al verla temblar de aquella manera ¿Qué le pasaba? ¿Podía arreglarla con magia? Su primera idea fue que tenía frío, el era experto en ver el sufrir de los demás, no en ayudar, se acostó a su lado, abrazándola y cubriéndose a ambos con las sabanas.
-Tranquila… estoy aquí…-
Cada día que pasaba se volvía monótono, aburrido, perdía por completo el sentido, aunque se encontraba mucho más tranquilo que en los días anteriores, era algo confuso, era como si la pasión de su vida se hubiera extinguido por completo.
Ni siquiera el día de una de sus clases preferidas estaba emocionado. Hacía las cosas por obligación, se vistió y arreglo por costumbre, fue a la biblioteca a estudiar por que ya era rutina, comía muy poco porque era necesario para rendir el día y dormía mucho menos, comenzando a formársele tenues ojeras debajo de los ojos, eso no era atractivo, debía hacer un esfuerzo, pero le era imposible no pensar demasiado en lo fácil que le había resultado a Ely ignorarlo aunque eso era lo que quería, era frustrante.
Entro al aula sin demoras, justo a tiempo, con semblante serio, sentándose en primera fila, observando al profesor, hasta que comenzó la clase.
El profesor “Ler” era de lo más interesante, a Reggan le habría encantado conocerlo antes, pero ahora ni siquiera tenía ganas de criticarlo de manera constructiva. Tomó un pergamino y comenzó a escribir lo que les pidió el profesor:
-Reggan B. Stoker, Slytherin. No poseo habilidades en cuanto a transformaciones de mi organismo pero soy vidente. Asistí el bloque anterior a su clase. No tengo fobias o alergias.
El profesor estaba más nervioso que nunca, era evidente, no solo por sus tartamudeos si no por su comportamiento.