Me da miedo darle mi confianza a las personas, me da pánico llegar a amar intensamente. Cada vez que lo intento me decepciono más y creo un poco menos en que exista algo sincero.
Becks❄️
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IMPETIGO “Ultimo Mondo Cannibale”
Thomas Moore before and after he was forced to attend the Regina Indian Residential School in Saskatchewan, Canada in 1874. His hair was cut, his clothes were changed and he was forbidden from speaking his native language. Thomas was stripped of his indigenous identity along with thousands of other children stolen from reservations and forced to attend these schools.
Here’s a collection of items you can easily find outside and their correspondences/associations
Grass: Psychic powers, protection, growth, nature, learning, healing, new beginnings, recovery from loss Pine needles: Cleansing, healing and strengthening. It also acts as a natural insect repellent Pine cones: Masculinity, fertility Maple Leaves: Feminine, moon magic, travel, learning, dealing with change, decision making, spiritual healing Pennies: Luck, wealth Dandelions: Divination, wishes, calling spirits Dandelion leaves: Summoning spirits, healing, purification, defeating negativity Red/purple wild clover: Fidelity, love, money, protection, the blessing of domestic animals White wild clover: Breaking curses Two leaf clover: Love, luck Three leaf clover: protection, luck Four leaf clover: Protection, psychic powers, spirit work, luck, success Oak leaf: Truth, steadfast knowledge, protection Acorn: Good luck, protection, wisdom, and personal power Walnut: Healing and protection
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Realizado por Tezcatl S.
“¡Salud, Macheth, señor de Cáudor! ¡Salud, Macheth, tú serás rey! ¿De qué nace ese terror, amigo Macheth? , Por qué te asustan tan gratas nuevas? Decidme: ¿sois fantasmas ó seres reales? Habeis saludado á mi amigo con títulos de gloria y anuncio de grandezas futuras y pompas reales. Decidme algo á mi, si es que sabeis qué granos han de germinar ó morir en la serie de los tiempos. No temo de vosotras ni odio ni favor” (Acto I, Macbeth, Shakespeare W.)
El arte de sembrar y cosechar los frutos es, probablemente, uno de los más complicados de lograr, especialmente cuando su utilidad se deriva de las altas y complejas esferas mentales. Sin embargo en él recae una utilidad latente e innata que muchos han tratado de conquistar pero pocos han llegado a controlar a la perfección. Día a día nos topamos con ideas que fungen como semillas que, una vez plantadas en nuestra mente, son capaces de brindarnos la mayor dicha o sumergirnos en la peor ruina. Pero en nosotros recae la tarea de hacer que la semilla germine o muera por siempre. Es la voluntad humana el mejor alimento de dicha semilla, ¿impulsaremos el desarrollo de aquel embrión botánico o acaso se espera que el mismo perezca en el intento?
En la obra de Macbeth, en el Acto I, aparecen los personajes que marcarán la obra por siempre. Es la aparición de tres mujeres descritas como brujas lo que representa a los tres destinos de la Mitología clásica, a las moiras, encargadas de hilar y cortar el destino humano. El tejer, el repartir, y el concretar lo inevitable, son tareas características que decoran la virtud de su presencia. Son también, las virtudes de aquellos tres destinos, lo que caracteriza al sembrador. En sus manos se encuentra el destino humano, los hilos no son suyos, sin embargo se tiene la posibilidad de colaborar con el orden divino al tejer, al repartir y al condenar a lo inevitable. Los dioses, en este caso, son capaces de intervenir, pero es a menudo la solitaria presencia de los tres destinos lo que determina el cauce del río de la vida humana. Se podría pensar que estas mujeres fatídicamente controlan el destino del hombre en una insinuación de que no contamos con control alguno sobre nuestras acciones y elecciones. ¿Pero acaso nuestro actuar realmente no nos pertenece? Nos pertenece solo cuando nos convertimos en sembrador, en el portador de los tres destinos.
Es ahí donde la elegancia de los versos alquímicos entra en juego. El cuadro Sator - tan celebrado en los monasterios europeos, y cuya aparición más antigua data de Pompeya- en todos sus significados nos habla del trabajo necesario como para que la obra y la semilla sean concretadas exitosamente según la voluntad del sembrador.
“El sembrador Arepo guía con destreza las ruedas”
El sembrador realiza su trabajo con destreza, valiéndose de los ciclos para marcar la tierra. Es así como nosotros como sembradores, a través de nuestras acciones, logramos dejar una impronta en el reino mundano que llamamos Tierra. El sembrador, asimismo debe conocer las cualidades de dicha semilla, sus demandas y, por consiguiente, el tipo de fruto que han de engendrar. Nosotros debemos conocer las cualidades de una idea, las demandas necesarias de la misma como para poder cimentarla de manera eficiente en el corazón indicado, y por consiguiente, debemos saber las consecuencias que esa idea puede traer. Se trata de una de las virtudes herméticas más beneficiosas y más peligrosas según se dé su uso. Es respetable aquel que con su mente logra plantar la semilla del conocimiento en la mente de sus discípulos. Es despreciable aquel que planta la semilla de la duda en el corazón de una persona. Al igual que en la tragedia de Macbeth, las semillas, las ideas plantadas por un sembrador hábil en una mente débil, pueden llegar a causar mucho daño.
La obra de Macbeth juega mucho con la simbologia botánica, pero probablemente sea la plantación la temática más importante de la obra, pues es esa acción lo que precisamente cambia el curso de la obra. Talvez muchos de nosotros conozcamos nuestros destinos, pero ¿somos totalmente dueños de él? El destino no es lo que parece. Y todo es una posibilidad;nada una promesa.
“Lo justo es injusto y justo lo injusto, cirniéndose por entre la niebla y el aire sucio”
El destino es apenas una niebla sucia, humo, que inunda muestra visión. La ignorancia del mismo es lo que nos hace tan prestos a carecer control sobre él. Las profecías no son más que semillas, pero en nosotros recae el hecho de cobrar los frutos de lo que nos fue plantado. Solo nosotros deberíamos ser responsables de las guirnaldas que crecen en nuestro jardín. Solo nosotros deberíamos de ser los responsables de nuestro desarrollo en el Árbol de la Vida. La voluntad hará de nuestra semilla un ser latente. La recolección de los frutos hará de una profecía algo exitoso.
Aveces nos confiamos demasiado en nuestro patronato, en nuestros guías o nuestros maestros, como si de una cuestión de legado se tratase. Aveces su voluntad es lo suficientemente behememte como para concretar por sí mismos a la obra, sin ayuda nuestra, sin atención nuestra. Como ya fue dicho “Ayúdate que yo te ayudaré”. Por más experimentado que sea el sembrador, si nosotros no ponemos de nuestra parte al luchar por la germinación de una semilla nada podrá hacer de ese nacimiento una realidad. Es la indiferencia el peor veneno para toda semilla.
Talvez no lo intenté lo suficiente, talvez no fui lo suficientemente fuerte como para lograr que esa semilla germinara. Sin embargo he aprendido de mi indiferencia. Ahora sé sembrar, ahora sé cosechar.
The Evil 100, my brother had this book and never told me but it includes people such as Adolf Hitler, Albert Fish, Ted Bundy, John Wayne Gacy, Jeffery Dahmer, Richard Ramirez, Eric Harris and Dylan Klebold, Jack the Ripper, Charles Manson, and The Zodiac Killer.
“Sobre la intensidad del amor, o del acto de amar: ¿Cuánto es preciso y, dentro de lo que cabe, prudente amar a alguien? ¿Es posible medir el amor? ¿Es justo, quizá? Muchos dan una respuesta aparentemente razonable: amar siempre, pero no hacer imprescindible a la persona amada; es decir, que la unión sea eso: unión, nunca un lazo, un amarre, un apego. Otros alegan que es bueno amar hasta cierto punto, nunca entregarse por completo para evitar salir lastimados. Curiosamente, quienes lo dicen son los mismos que hicieron todo lo contrario. La experiencia determina un par de cosas: lo primero es que, luego de ser conscientes del daño, se crean nuevas actitudes (o quizá se eliminan las que había). Se deja de idealizar a la persona amada, la jerarquía de prioridades cambia y es uno mismo quien ocupa ahora el primer lugar. Lo segundo es que nuestra vida toma una ruta basada en la filosofía de nunca correr riesgos, medir los pasos, los tiempos; calcular los movimientos, limitar los detalles, entre otras cosas que garanticen cierta seguridad emocional. Y es inevitable preguntarme: ¿es amor esto? Si la respuesta es sí, ¿qué era, entonces, lo anterior? Si la respuesta es no, ¿por qué esto es más saludable? ¿Es que acaso lo dañino es intrínseco al amor? Y veo a otros demostrar su amor siendo incondicionales, siendo fuertes; y a quienes se ponen límites. ¿Quién determina qué es amor y qué no? ¿Cuál es el veredicto que nos permite determinar qué es lo bueno y lo malo? Pero los gurús del amor parecen darnos otra respuesta: hay que amar en su justa medida, que es amar sin medidas y, sobre todo, saber corresponder el amor que se nos entrega, evitar que la llama del ser amado se apague, cuidar la ilusión. En otras palabras, que el amor debe ser recíproco y que es responsabilidad de uno mismo saber a quién y de qué modo amamos. No es fácil, desde luego, porque nuestra humanidad nos hace propensos al fracaso. Pero también queda la buena intención y la comprensión de la otra persona ante nuestros yerros: fallamos no porque hayamos dejado de querer, sino porque estamos aprendiendo a querer bien.”
— Heber Snc Nur
Happy Birthday, Tom Felton! 🎉
RAVENCLAW: “Vi Veri Veniversum Vivus Vici – By the power of truth, I, while living, have conquered the universe.” –Aleister Crowley (The Vision and the Voice)
The Great Red Dragon and the Woman Clothed with the Sun (Rev. 12: 1-4), William Blake, ca. 1803-1805, Brooklyn Museum: European Art
Size: Image: 17 3/16 x 13 11/16 in. (43.7 x 34.8 cm) Sheet (with inlay): 21 11/16 x 17 1/16 in. (55.1 x 43.3 cm) Medium: Black ink and watercolor over traces of graphite and incised lines on wove paper
https://www.brooklynmuseum.org/opencollection/objects/4368