“No puedo recordar el momento, el lugar, el beso, o la mirada, no puedo recordar un momento exacto en el que me fui enamorando de él, creo que pudo ser ya hace tiempo, o quizá pudo ser ayer… o en su caso hoy. Perdón por no tenerlo claro, pero es un sentimiento tan nuevo para mí, que se me sale completamente de las manos. Puedo llegar a la pequeña conclusión de que pude estar enamorada antes de darme cuenta de que lo estaba, es algo muy confuso, como si de repente una noche casi madrugada sentí que me enamoraba de él, como cuando sientes que te vas quedando dormido, paso a paso, muy lentamente y de repente de golpe, donde medio dormida me daba cuenta de la infinidad de cosas que sentía por él, que la palabra te quiero se quedaba pequeña… hoy sin miedos puedo disfrutar de este sentimiento, me lance al lóbrego abismo del amor, con miedo de perderme pero lo más increíble es que termine encontrándome, y aún sigo descubriendo en mi día a día sensaciones que nunca imagine poder sentir…”
- Anny Juliana.
ALICE A. BAILEY
Antaeus setting down Dante and Virgil in the last circle of hell, 1827, William Blake
Medium: pen,watercolor,paper
https://www.wikiart.org/en/william-blake/antaeus-setting-down-dante-and-virgil-in-the-last-circle-of-hell-1827
Carlo De Martino - Teatro San Carlo
#purehappiness @isoldavillaseñor estuvo con nosotros hablando del balance emocional, cognitivo que debemos alcanzar en la vida.
Wildlife photographer Joe Neely captured two bees snuggling in a flower, and the adorable pictures show a beautiful side of them we rarely witness.
Photos by Joe Neely - Via Bored Panda
The Great Red Dragon and the Woman Clothed with the Sun (Rev. 12: 1-4), William Blake, ca. 1803-1805, Brooklyn Museum: European Art
Size: Image: 17 3/16 x 13 11/16 in. (43.7 x 34.8 cm) Sheet (with inlay): 21 11/16 x 17 1/16 in. (55.1 x 43.3 cm) Medium: Black ink and watercolor over traces of graphite and incised lines on wove paper
https://www.brooklynmuseum.org/opencollection/objects/4368
Night Startled by the Lark, 1820, William Blake
Stephen.
Una vez
y por breve tiempo
hace mucho tiempo
tú y yo
fuimos de pronto hasta muy adentro
nosotros.
“Nosotros dos” podía yo decir
en las horas voraces que fueron nuestras.
Desde hace tiempo
si hablo de ti
sólo puedo emplear
la tercera persona: Ella.
El yo empobrecido se hunde
entre las concordancias de la Nada.
Como si nada
Ya pasó todo
y ahora
nos vemos y nos hablamos como si nada.
Como si la nada hubiera devorado lo que ocurrió entre nosotros.
José Emilio Pacheco