Shakespeare covers by Milton Glaser. 1963-4.
William Blake, The Ancient of Days // Hadewijch, Stanzaic Poem 29 (trans. unknown) // Salvador Dalí, The Apparition of Christ // Karma Lochrie, Mystical Acts, Queer Tendencies // William Blake, The Marriage of Heaven and Hell // Hadewijch, Poem 16 (trans. unknown) // William Blake, Orc // Dante Alighieri, Paradiso (trans. Rabinowitz)
"Espero que seas feliz en los parques que nunca nos vieron juntos, espero que seas feliz celebrando los aniversarios en la ciudad de tus sueños, espero que se apiaden de ti las noches en las que, por azar de las circunstancias, recuerdes que hubo alguien que intentó enamorarte con palabras porque eso era lo único bueno que podía ofrecerte. Pero, sobre todo y, llegado el momento, espero que me olvides y nunca más confundas mi nombre con angustia, nunca más te culpes ni te odies, que para entonces también habré aprendido a no esperarte y a descansar en la ignorancia, que tan feliz dicen que puede hacernos."
— Para siempre (fragmento) | Heber Snc Nur
@tormentadepensamientos
Brujería: Conjunto de prácticas habilidosas que consisten en la manipulación ritualística o ceremoniosa de diversas ilusiones y símbolos con el fin de evocar y (hasta cierto punto) controlar sentimientos, sensaciones, ideas y pensamientos en otras personas, estableciendo así una relación de poder entre el individuo que ejerce dichas prácticas y las personas que son objeto de las mismas.
Este conjunto de prácticas abarca una gran variedad de habilidades y la noción de “manipulación de la ilusión” es central en este concepto de brujería. De este modo, la brujería se entiende de un modo amplio y no solo se restringe a las prácticas tradicionalmente asociadas a ella (como tirar las cartas o jugar con símbolos paganos), sino que incluye también actividades y técnicas como la oratoria, la pintura, la música, la literatura, la artesanía, la legislación, la lectura y el estudio, la ejercitación matematica, la preparación de infusiones como té, café o mate, la cocina, la danza, el teatro, la preparación y el acto de fumar pipas de tabaco, los juegos con burbujas, juguetes o ilusiones de prestidigitación, la contemplación astronómica, la jardinería, el arte de contar cuentos orales y un largo etcétera. Se trata de actividades que incluyen pasos ritualísticos y ceremoniosos y la manipulación de un conjunto de elementos simbólicos.
En grandes sistemas filosóficos como la cosmovisión hindú, el gnosticismo o la filosofía platónica se sostiene que la realidad es un velo ilusorio y simbólico, el velo de Maya, la danza de Shiva, el sueño de Brahma, la Matrix. Todos los elementos que somos parte de esta realidad, de este universo que percibimos con los sentidos, somos formas cambiantes, manifestaciones temporales del ser eterno e intemporal. La brujería consiste entonces en jugar habilidosamente con esas formas, con los elementos de la realidad simbólica, manipular la ilusión del mundo. El carácter ritualístico y ceremonioso de la brujería es fundamental, su objetivo es otorgarle una relevancia única al momento en que se realiza el “acto mágico”, en ese momento todas las personas participantes deben estar presentes en el aquí y ahora, la mente no puede estar en otro lado. Solo cuando se está realmente presente es posible manipular los símbolos, la ilusión del mundo, por eso todos los gobiernos y grandes empresas tienen un área de brujería ritualística especial llamada “ceremonial y protocolo”.
Aquellas personas que juegan y manipulan habilidosamente las formas manifiestas, los símbolos, para evocar sentimientos, sensaciones, ideas y pensamientos (que son también formas) en otras personas y que crean una estructura de poder asociada a dicha práctica ceremoniosa, son brujos. Los hechiceros nunca desaparecieron, al día de hoy, en pleno siglo XXI, los alquimistas, magos y brujas son las personas que saben manipular la ilusión del mundo (sea a través de ilusiones ficticias como la palabra, los números, el dinero o el cine) para configurar estructuras de poder a nivel personal y/o colectivo con distintas finalidades.
Una de las mayores ilusiones creadas por expertos brujos de nuestra época es el dinero, más específicamente el dólar. Su valor está respaldado por nada más que la fe de todo el mundo en que el dólar tiene un valor intrínseco. Por eso se llama moneda fiduiciaria: “la fe mueve montañas”. Los Estados-Nación también son ilusiones creadas y sostenidas por magos expertos en la brujería de la palabra, la religión civil nacional y la ley humana. Cotidianamente, los brujos modernos que llamamos abogados realizan todo tipo de sortilegios, pronuncian y escriben palabras sagradas mágicas, invocan leyes escritas y predicen cómo actuará el poder político en el futuro en base a las normativas que ellos, por arte de magia, acaban de establecer. Al igual que en las antiguas civilizaciones y tribus, los legisladores y jueces modernos son grandes sacerdotes intérpretes y ejecutores de la ley sagrada.
Al contrario de como nos quisieron hacer creer, la magia nunca desapareció del mundo. Siempre estuvo ahí y es la brujería la que controla y transforma el mundo constantemente.
La Danza de la muerte o Danza macabra es un género artístico tardo-medieval cuyo tema era la universalidad de la muerte. Se trata de un diálogo en verso y por tanto representable, en que una personificación alegórica de la Muerte, como un esqueleto humano, llama a personas de distinta posición social o en diferentes etapas en la vida para bailar alrededor de una tumba. Típicamente estas figuras eran el Papa, el Obispo, el Emperador, el Sacristán, el Labrador, etc. La muerte les recuerda que los goces mundanos tienen su fin y que todos han de morir. Se cree que las danzas macabras eran de hecho bailadas representadas teatralmente en el siglo XIV.
Lo que ves como entretenimiento puede convertirse en un dulce veneno, que mientras lo inhalas poco a poco te mata.
- Roberth Kingsman
Anónimo
Parte 2
En la alquimia usualmente el conocimiento es una arma de dos filos, por una parte podía envenenar pero por la otra podía curar; de esa forma también funcionaba ese conocimiento. Samael, por su parte, era un demonio de pureza aristocrática que, según el libro de Enoc, hacía como “Príncipe de Demonios, Jefe del 5to Cielo y asimismo era llamado Satanael”. Pero regresando al tema de Venus, Lucifer y Samael representan las dos caras de una moneda, siendo símbolos de las dos facetas que éste astro presenta en su forma de lucero de la mañana y lucero de la noche. Se trata de una antítesis armoniosa que funciona mejor de lo que creemos, pues siempre que hay luz también hay sombra. Lucifer es la parte consiente, el logos, la luz que guía al alma a su reencuentro apropiado con su creador, mientras que Samael representa a la sombra del Logos, a la sombra tantas veces mencionada por Carl Jung. La antigua Grecia nos deja clara ésta correspondencia mediante los dos hermanos de Venus: Eosphoros, el portador de la luz o el lucero de la mañana, y Hesperos, el gemelo ensombrecido o la estrella de la tarde, que en México equivaldrían a Quetzalcóatl y a Xólotl. La gloria yaciente en la figura de Lucifer radica en el ser la sombra de la divinidad, mientras que Samael a su vez vendría siendo la sombra de Lucifer. El espíritu humano es la sombra de la divinidad, mientras que la parte inconsciente del humano vendría siendo la propia sombra de ese espíritu. En la vía venusina tenemos a los dos representantes “el lucero de la mañana, Lucifer” y a “el lucero de la tarde, Samael”, mientras que en la vía solar tenemos a sus equivalentes solares “el Sol de Mediodía, Jesús” y “el Sol de Medianoche, Lucifer”. Precisamente Lucifer es representante en ambas, teniendo función de ángel y demonio al mismo tiempo, por lo que a menudo se le otorga el nombre de “ Baphomet” cuyo nombre significa (“bautismo de luz”, baph, bautismo & mephis, luz). Es entonces Lucifer el guardián del umbral, que utiliza las tinieblas internas para conducirnos a la iluminación psicológica. En otros términos, le lucha en contra de los vicios y las pasiones para liberar a ese Prometeo interno que yace crucificado en la piedra bruta. A través de la experiencia humana en la que el pecado y en la limpieza de éste se comprende que el lado oscuro y corporal de la vida es tan necesario como el lado luminoso y que solo así se puede alcanzar una conciencia superior liberadora. Lucifer da a comer a Eva el fruto prohibido del Árbol del Conocimiento (el cuál simboliza a la vía venusina)
“Sino que sabe Dios que el día que coméis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal” (Génesis 3:5)
Sin embargo no les da a comer el fruto del segundo árbol, el árbol de la vida, el cuál representa a la vía solar:
“Y dijo el Señor Dios “Ved ahí al hombre que se ha hecho uno como nosotros, conocedor del bien y el mal; no vaya ahora a alargar su mano, y tome también del árbol de la vida y coma y viva para siempre” (Génesis 3:22)
Lucifer le enseña al hombre el mismo camino arcaico que su creador sigue(le enseña a seguir al Sol a través de las pisadas de Venus); le otorga al humano la fuerza ígnea (el conocimiento), el toque divino que, si es bien usado, puede transformarlo en astro o en dios.
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.” (Isaías 14:12-15)
Es así como Lucifer, el lucero hijo de la mañana, personifica al espíritu humano que, desprendido de su creador, cae a los abismos de la Tierra y que solo a través de la conciencia (de la voz interior) podrá penetrar en la iniciación esotérica y nos llevará de regreso con el creador. Venus desaparece “bajo tierra”, se oculta varios días pero vuelve a aparecer más deslumbrante que nunca en el cielo donde se reúne con el Sol. El mismo itinerario sigue el alma: desciende de su morada celeste, entra en la oscuridad de la materia para elevarse de nuevo, gloriosa, en el momento de la disolución del cuerpo. La pureza absoluta de Luzbel se refiere al estado del planeta cuando no es nada más que luz. Sus pecados y sus remordimientos corresponden al fenómeno de la encarnación de esta luz en materia humana, la dolorosa pero necesaria toma de conciencia de su condición, y la hoguera que porta, señalan los preceptos que se deben de seguir con el fin de que la esencia no sea perdida: la iniciación y la consagración de la misma por medio del fuego (conocimiento) y el auto sacrificio (voluntad), ritos con la finalidad de conducir a la iniciación secreta del hombre a Dios.
En el mito de Prometeo éste roba fuego del carro del Sol lo que nos dice que nuestro vínculo con la divinidad se ve directamente relacionado con el movimiento tanto de los astros como del alma. Prometeo es similar a Lucifer, ambos ayudan a la primera pareja humana mediante el ultraje del conocimiento (Epimeteo & Pandora ,en el caso de Prometeo, y Adán y Eva ,en el caso de Lucifer) a costas de su felicidad. La salvación de ese ángel caído, entonces, radica en la fe en la propia chispa divina individual.
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