No hace de falta de ojos para saber que eres bella.
Vier., 04 de dic. de 2020
Suspiros que nunca se guardan ni dejan dolor, en mi pecho hablan de ti. Esperando su turno en el jardín están, horadando el corazón. Van rozando tu mirada inquisitiva mientras avanzan. Tu mirada se parece a un campo lleno de flores frescas y lozanas, dicen. Suelto una pequeña risa, pues sé que aún no se han topado con tu sonrisa a pesar de haberse cruzado ya con el cielo. ¿Cuánto hace que sueño?, preguntan. Ahí va otro suspiro. Te ves tan hermosa cuando tus alas se bañan bajo el manto del mismísimo sol; y pintas y cantas y bailas, escribiendo tu propia historia. Remueves las corrientes de toda mi esencia y las conviertes en alimento para el alma. Vivificas el lenguaje y a mí solo me queda sentir tu magia.
“Todo aquello que no soportamos en este mundo, un día lo encontramos en una persona, y lo amamos de golpe.”
— Djuna Barnes, Nightwood
“Estoy tan acostumbrado a estar solo. Ir por la vida sin esperar nada de nadie. Caminar solo hacia un lugar, Sentarme en un parque a pensar, Salir a comer sin necesidad de preguntar: “¿Estás libre el sábado?” Ir sentado en el asiento que esta al lado de la ventana del bus, Con el asiento siempre libre de al lado para que cualquiera se siente pero deseando que nadie lo haga. Estar solo para mí es un placer. Pero cada vez que camino solo, tengo ese vacío en el pecho de no tener a nadie al lado con quien hablar. O alguien sentada al frente mío cuando estoy en una cafetería, riendo de lo que me cuenta escondiendo mi sonrisa detrás del vaso de café. O sencillamente, cuando voy en el bus, y veo a los amigos hablando de los chicos o chicas que le gustan. O a las parejas, mirándose a los ojos en los parques pasando un lindo día. Me encanta estar solo, sólo qué, hay días en las cuales, No quiero estar solo.”
— (via ternurit-a)
Enero de 2019
La disciplina se sucede al despertar de las interrogaciones, sin luces de pertenecer a un día que nombrado sea como el contemplamiento de las horas. Y como herencia de un accionar reflejo, sin póstumo remitente ni remirado personaje, vuelto y violentado por la calma de volver su felicidad un entresijo entre dos velas.
Mi amor es un triste olvido que sólo recuerdo cuando enfermo. Me duele la frente, los brazos, las piernas, los labios, los ojos, el iris, los tres lunares de su cuello, el pecho y su corazón... *Voy a vomitar el peso de tu ausencia e incendiarme, en tu nombre, bajo la llovizna de julio. Tropezaré con todas las salidas de emergencia hasta... (ya no) encontrarte.
Observarla era como escuchar mi canción favorita en directo.
-Elvira Sastre ✨
29 de noviembre de 2018
Hilvano ideas hasta tejer el corazón del mar y sentirlo latir desde las profundidades(); las olas retomando sin descanso en la superficie, la pleamar, el sueño, la intensidad del sentimiento...
Dom., 13 de dic de 2020
¡Qué sonido el que suspende de entre esos labios tuyos y acalla en la noche del alma un silencio de estrellas! El encanto perpetuo de tus besos ha de ser la daga fulminante en el corazón adormitado, sombrío y enamorado de los hombres. Mi corazón ríe y llora un indefenso entusiasmo cuando dices vida tan cerca de mi boca. Te delata en el cuerpo la secuencia armónica y sinfónica, unida al compás de tus sentimientos. Yo te miro con los ojos cerrados, entre girasoles del campo y rumores ardientes de estrellas.
Sáb., 05 de dic. de 2020
Mi bello angelito navideño, dime una cosa, o dos, o tres (...) Enséñame cómo funcionan los juegos de tu naturaleza. Cómo son las lluvias en el mundo. Cómo se vive el amor ahí. Cómo son las interacciones entre los océanos y la atmósfera en el universo de tus ojos. Cuáles fueron las travesuras de tus estaciones y las preocupaciones de tu corazón. Cuéntame más de esas pasiones que se despiertan en ti y hacen historia. Hoy, mañana, toda la vida, acaso no lo sabremos; pero contigo en el prólogo del libro último de mi vida. Yo muero por escucharte siempre, siempre, seas silencio, eco, voz o mirada. Cariño mío, las urgencias de tu alma previenen todas las guerras. Cariño mío, creo que tengo atorado un te quiero en el corazón, dejarlo ir hacia su curso natural es mi manera de retribuirle, a la vida, la gratitud.