La única forma de volver es regresar sin haberse ido. Regresar de no pensar, regresar de no ser, regresar de soñar, regresar de los ojos cerrados. Y también de los ojos abiertos.
Roberto Juarroz (via exnoctambulo)
(...) Pero, Eloise, la palabra no me sale ni me sabe a nada si no me encuentro con ella. Y este silencio me sabe más a reticencia que a olvido. Mi corazón sonríe y tiernamente me esconde la cara. Corazón de mi corazón, ella es el único después que quiero en mi vida. Todas tienen algo parecido a ella, pero ella no se le parece a nadie.
10 de marzo de 2019
Lo que siente da igual, tanto como lo que trata de sentir. Encuentra más sentido observando el reverdecido árbol, las flores ascienden y son ángeles jugando con su pequeño corazón. Si no supiera que eso que resuena en su interior tiene nombre, viviría con el miedo colectivo de no saber vivir sin él, pero ya existe información suficiente para desengañarse. Por eso, no me preocupo tanto cuando la veo llorar.
Junio 2017
¿Por qué la quiero tanto?, ¿ de dónde parece llegar esta tristeza que si no se confunde con su presencia termina cediendo a la infinita palabra? Quiero rodear con urgencia este silencio del que es parte mi alma. Guardarlo y levantar una melodía que se incorpore a mis más profundos sentimientos. Porque es a su lado cuando al silencio le importa lo que al hombre para crear la extraña palabra; a su lado, he muerto intencionalmente para traerle la compañía de alguien que no sabía que había llegado. lo he deseado tanto que la tristeza se ha acomodado entre mi alma para no llorar.
Sáb., 23 de jul. de 2022
3:27 a. m.
Me evado de mi propia concepción del mundo y mis preceptos se van a la mierda. No he vivido en absoluto. En mi interior se libera un juicio novelesco en el que tomas mi alma y me absuelves de toda esta ruinosa vida sin ti a mi lado. Mi corazón pronto será una supernova de tanto figurarte estrella. Yo, simple mortal, con un cegador ángel en la mente. Demasiado atrevimiento, incluso para el lenguaje. Pero en mi interior se desata un cataclismo sin resolución, así que he bautizado a mis latidos con tu nombre. En mí, eres incurable… Quiero escucharte mil veces hasta aprenderte, respirar tus pueblos y sobrevivir tus besos, contagiarme de todos tus males para comprender tus incendios. Terriblemente bello es este insomnio; e incansable, la memoria.
"Ojalá pudiera amarte con toda mi luz,
sólo con la luz,
con el brillo de todo lo que está bien.
Pero entonces tú no podrías amarme,
o me amarías incompleta,
y todas mis sombras
estarían faltas de ti.
Y algún día,
quizás y probablemente,
mis oscuridades te alcanzaran
y tú sintieras que soy mentira,
desde las viejas imperfecciones ocultas
hasta las viejas luminiscencias ya conocidas.
Ojalá pudiera amarte
sinceramente,
alejándote de mis defectos,
pero yo nunca me sentiría querida
ni honesta,
y tú no sabrías lo que es
que el amor se imponga
a pesar de todo."
«Dicen que finjo o miento todo lo que escribo. No. Yo simplemente siento con la imaginación. No uso el corazón. Todo lo que sueño o vivo, lo que me falla o termina, es como una terraza sobre otra cosa aún. Esa cosa es la que es bella. Por eso escribo en medio de lo que no está cerca, libre de mi titubeo, serio de lo que no es. ¿Sentir? ¡Sienta quien lee!»
Fernando Pessoa, «Esto»