Te odio, y gracias.
Te odio, realmente te odio.
¿Por qué?
Porque me hiciste amarte.
Por eso te odio.
Prometiste que estarías siempre junto a mí.
Que no me harías lo mismo que todos los demás.
¿Cuán poco valen las promesas para tí?
¿Cuán poco vale mi corazón para tí?
Me ilusionaste, como solo un primer amor puede hacerlo.
Jugaste conmigo como todos los demás ya lo hicieron.
Ingenuamente creí en tus palabras.
Ingenuamente no dudé tus "Te quiero".
Te ofrecí el más puro de los afectos.
Que estúpida fuí al creer que era un sentimiento recíproco.
Que estúpida e ingenua.
Pasada yo, realmente me das pena.
Te aprovechaste de un vulnerable corazón.
Que solo quería, en medio de tanto sufrimiento y dolor.
Un poco, aunque sea una sola pizca.
De lo que es el amor.
Aunque... La verdad es que no puedo culparte.
Es decir, sólo mírame.
Dime con sinceridad, con tantos defectos...
¿En serio alguien podría amarme?
No, claro que no.
Mi propósito en ésta vida ya está más que claro.
Ser un simple juguete más.
Y aprender a ocultar mi dolor bajo un maldito disfraz.
He de decirte solo una cosa más.
Gracias.
Gracias por haber hecho que, aunque fuera falsa...
Lograra sentir, por un momento, eso que todos llaman "felicidad".
ɓყ: Sσυℓ
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