Humo - Blog Posts

‘Tras la lluvia nos regalaron todos los colores’

Transmutas

de un cuerpo a otro, pero siempre eres el mismo, el que me da paz, el que me deja dormir sin pesadillas y vivir sin ansiedad, el que me quiere libre pero siempre ofreciéndole la mano. Siempre eres tu, cambiando de cuerpo. Siempre soy yo, en el mismo. Siempre nosotros, juntos. 

‘Yo to’ borracho consumo las horas mientras busco alguna luna que ande sola’

- ‘Buscando una luna’ Extremoduro

Tú

Es tu olor, que me envuelve, que me intoxica, lo que me pasa. Eres tu, que me abrazas, que me besas, lo que me pone. 

El primer beso

debería contar como aquel que te empiezan dando y acabas por devolver. Porqué eso es un beso, al fin y al cabo, algo que te dan o das, y que devuelves o te devuelven. Así que, por esto mismo, mi primer beso fue contigo. Tu respiración. Tu calor. Mi cuerpo. El tuyo. Entrelazados los dos. Tirados en la orilla. La luna. Mi corazón. Tu pelo. Mis ganas. Tus besos en mis mejillas. Los míos en las tuyas. Tu cabeza en mi brazo. Mi mano en tu cuello. Tu nariz que me acaricia. La mía que encara la tuya. Tu boca. Nuestras risas. Mi boca. Nuestros suspiros. El beso. Un recuerdo que se queda entre la arena y el mar. 

Me pregunto qué cara pondrías si te dijera que moriría por quedarme la vida entera en ese momento. 

Y si

el sonido de las gaviotas graznando a lo lejos fuera sinónimo de algo, sería de nuestras tardes juntos tirados en la playa contigo cantando y conmigo viviendo.

...llegar a la cama y ¡Joder! Qué guarrada sin ti. Y al día siguiente...

‘Salir’, Extremoduro

somos circunstancias que no elegimos ser

‘Ojalá’, Beret

Nosotros

 ‘Quiéreme y me querré. Quiérete y te querré. Querámonos y nos tendremos.’  Con esa frase me quedé después de haber estado contigo, y eso que en toda la tarde no hicimos nada especial. Fuimos a la playa, me contaste lo que habías hecho aquella semana, yo te expliqué alguna que otra anécdota sobre mi clase de francés... Fuimos a ver el atardecer en la punta más alejada del espigón, y cogidos de la mano, sentados bien juntos en uno de los escollos, canturreabas las canciones que ibas poniendo mientras el sol pasaba a iluminar otra parte de la Tierra. Pocas veces con tan poco he sentido tanto. Me dio la sensación de que contigo vivo en un bucle permanente de una canción de Extremoduro. Nunca le había tenido tanto aprecio a la repetición. Y nunca la repetición me había parecido tan variable.

‘No hay prisa cuando sale el sol, en la mañana de una noche larga’ 

- ‘Cuando sale el sol’, Lágrimas de sangre

‘No hay prisa cuando el sol se va, no hay nada que pueda molestar’

- ‘Cuando el sol se va’, Lágrimas de sangre

‘When you loved me, colours appeared in the sky’

Yo

Yo, tan sola, jodida y puta como estoy y soy, ¿Qué hago que te hace querer estar conmigo?

Nosotros

Tú sentado en la arena. Yo estirada, con la cabeza encima de tu pierna. La música sonando. Tú canturreando. Las olas rompiendo en la orilla. Yo escuchándote. El sol yéndose tras las montañas. Nosotros compartiendo un cigarro una tarde cualquiera del domingo más importante de mi vida contigo. 

Él

Hasta que él me dijo que estaba bien llorar, nunca había llorado tan a gusto al lado de alguien.