Un reflejo demasiado lleno y un plato demasiado vacío
El hambre me carcome desde dentro, atraviesa mis entrañas y programa mis sentidos; recorre su camino desde mi estómago hasta mi corazón, pasando a través de mis músculos y dejando mis huesos fríos, mas no puede llegar hasta mi mente, tengo murallas defendiendo mi propósito, con grietas que permiten el derrame de mi cordura y de mi salud.
Es imposible seguir adelante, mis pasos se ralentizan más cada día y mi cuerpo, a pesar de ser más delgado, se hace más pesado cada día. La cinta costurera se aprieta cada vez más alrededor de mi cintura, conteniendo la respiración de una manera que no debería, pero es gratificante. Mis costillas se asoman y mis muñecas son débiles y, aun así, el reflejo en el espejo sigue siendo el mismo de antes; cada inseguridad sale a flote en cuanto unos ojos se posan en mí, como un dolor fantasmal que acecha mis pensamientos.
He notado miradas de lástima y entregas de preocupación, todos dirigidos hacia mí, ¿por qué no se alegran de verme ahora? ¿Será que no se dan cuenta del peso que he perdido? ¿O, acaso, se han dado cuenta de más?
Se habrán dado cuenta de mi caída de pelo, de mis ojeras, de la piel adherida a mis huesos, de mis pasos débiles o, quizá, de mi falta de apetito.
Mi garganta está angustiada de expulsar cada burla, cada comentario, cada opinión… Pero no desaparecen: las burlas se cambian por preguntas e interrogatorios sobre mi salud, los comentarios, en murmullos a mi alrededor y, sin embargo, cada hilo de mi mente se conecta en forma de un espejo demasiado lleno y un plato demasiado vacío.
Y mientras la bilis descansa en el inodoro, la báscula escapa de su rincón hasta mis manos, una rutina diaria que me conduce hasta la nada: desayunar, ayunar, vomitar, pesar... ¿Pero cuál era mi meta?
Se me ha olvidado en el camino, justo al lado de mi antigua yo. Aquella yo que no le daba más importancia a la cantidad de calorías que consumía que a su propia vitalidad, aquella yo que no sentía puro disgusto ante una simple manzana, aquella yo que no vivía en la miseria...
La escasez de alimento es reconfortante a mi dolor y a mi lamento, mas es al mismo tiempo el lastre que me debilita.
La compasión por mí misma terminó cuando el dolor se volvió placentero.
Solo quiero alguien que entienda las tristezas de mi corazón
Mi corazón no volvió a ser el mismo
Ni te vi igualito con aquel cariño.
Mi confianza destruiste
Y aun así te reiste.
Qué cínico eres, me destruiste
Mi corazón partiste,
Y me heriste.
Todavía te amo, que es el chiste... :((
Extraño las noches donde no había ninguna inquietud, extraño los días en donde confiaba en ti...
-J
Pienso constantemente en las cosas que solo quiero que hagas conmigo.
-J
Quiero que estes porque quieres estar, no porque te lo tenga que pedir... :((
No te apartes, estoy aquí para ti, para cuidarte, amarte, quererte, escucharte si así lo necesitas. Estoy aquí.
Oye estan muy bonitas tus publicaciones, son full creativas.
Y mi pregunta es: ¿para ti que es el amor?
Re cursi la pregunta pero ando recaudando info xd 😅
Gracias y bunas noches.
Posdata: espero que estes happy :3
Disculpa por no responder antes, gracias por tu apoyo. <3
Respondiendo tu pregunta:
El amor es lo mejor y lo peor que le puede pasar a alguien que de verdad ama, alguien que siente todo por esa persona que puede hacer sentir tus días más felices. El amor es felicidad y dicha pero también dolor y tristeza.
Por ahora no estoy tan feliz. ://
No te cansas de buscarlo siempre y el ni se moleste en buscarte a ti?
Lo siento...
Cuando no te pienso,
Es aquel día en donde te veo, y estas con aquella sonrisa que me hechiza,
Y vuelves a mis pensamientos.
Hora 3:36 a.m
Aún pienso en ti,
Cuando me propuse a olvidarte.
Constantemente te recuerdo junto a mí,
Tú mano entrelazando la mía.
Tú labios rozando los míos,
en suaves roces que me llevaban a la locura.
Pero ya no hay vuelta atrás, todo terminó con un terrible final.