me tira tan fuerte que me desgarra, me quiebra, me lastima demasiado. me ataca de todas las maneras posibles, me rompe la cabeza mientras yo estoy parada en el medio. quiero estar bien pero es tan difícil con este ser que me toma y me descompone, me desgasta, me llama a gritos y no me deja descansar. cierro los ojos y trato de respirar, de tomar todas las fuerzas que tengo para quedarme y resisitir. me hace dudar constantemente ¿y si me dejo de ir de una vez por todas? ¿si dejo que la corriente me lleve para estar, al fin, en paz?. se que estoy siempre yendo de una mitad a la otra, me caigo y me levanto y así sucesivamente hasta que me canse. pero no quiero cansarme y no quiero dejarme vencer esta batalla.
tengo miedo.
nunca imaginé que este momento llegaría, todo estaba tan bien, todo era amor y dulzura. ¿qué fue lo que pasó? jamás sentí un dolor como este, se me desgarró el corazón y lloré como nunca. se rompieron tantas cosas en mi que no se van a poder arreglar, se fueron tantas cosas lindas y ahora solo quedan recuerdos. recuerdos que duelen, que son puñaladas en mi corazón hecho trizas. todo lo que vivimos, todos los momentos que no van a volver a suceder jamás los tengo que dejar ir pero es lo que menos quiero, no quiero dejarte ir. me aferro tan fuerte que me sangran los dedos y con esa sangre escribo estas palabras. los días ya no son los mismos, decirte adiós es dejarte ir con un pedazo de mi alma que no va a regresar pero que se puede reemplazar. ¿ ahora cómo hago para curarme? si todo lo que siento es dolor. no quiero dejarme llevar por la marea que me llama a gritos, no quiero ahogarme, no quiero perderme de nuevo. quiero encontrarme pero para eso tengo que desgarrarme más y arrancarte, dejar que el viento te lleve y verte ir. siempre dije que nunca me iba a ir de tu lado a no ser que me lo pidas, supongo que llegó el momento. me voy a curar, a componerme de la pérdida mientras te deseo lo mejor.
el agua corría por su cuerpo, estaba en todas partes, se entremetía entre su ropa mientras el flotaba. su pelo negro como la caoba parecía aún más oscuro en el agua pero aún así todo parecía un cuadro de arte. la luz de la luna resplandecía en su cara, pálida como el marfil, sus ojos cerrados y sus pestañas negras que le daban un poco de color la obra blanquecina. el único ruido que se oía era el de las olas del mar, tranquilas que lo movían de vez en cuando aunque el no se inmutaba, parecía un cuerpo muerto pero en realidad estaba más que vivo. en el mundo reinaba el silencio pero en su cabeza el caos, estaba aterrado pero sabía que era la única solución, estaba solo y no tenía nada a lo que aferrarse. por un momento abrió los ojos, negros como su cabello, y observó el cielo estrellado, se sentía en una pintura de van gogh. todo era demasiado bello y azul, todo era demasiado triste y blanco. respiró por última vez, cerró los ojos y se sumergió en el profundo mar. se dejó vencer, se dejó ganar, respiró y se ahogó pero lucho y siguió bajo el agua, ahogándose cada vez más. su cuerpo le exigía aire, le pedía volver pero el solo quería irse. la agonía lo envolvió completamente y comenzó a ver borroso, la oscuridad comenzó a tragarlo y el le tomó la mano y se dejó ir. exhaló por última vez y cerro los ojos, ya no sentía nada, era ingrávido y libre. era todo y nada. sonrío y la oscuridad lo consumió, se llevó y arrasó todo a su paso. era libre al fin.